sábado, 10 de diciembre de 2011

la historia de alexia,¿que opinais?

Alexia parece contradecir la teoría de que uno nace con una orientación sexual determinada y la mantiene por el resto de su vida. Cuando hace unos días los invité a pensar sobre si gay se nace o se nace, ella comentó que no había nacido lesbiana: nos contó que tuvo novios, marido y luego de los 30 por primera vez fue besada y amada por otra mujer. Antes de ese momento no tuvo ninguna fantasía lésbica y sólo ocurrió que cuando le pasó algo con una mujer se dejó llevar, empezaron a salir y hoy esa mujer es su pareja estable desde hace varios años.
Una historia como la suya no admite etiquetas, no se puede decir mucho más que Alexia es una mujer amorosa, abierta al amor.
Antes de compartir la reseña de vida que ella envió a Boquitas pintadas, les acerco unas palabras de la psicóloga Graciela Balestra, coordinadora de un grupo de reflexión de lesbianas en la ONG Puerta Abierta: “No plantearía el debate en términos de si la homosexualidad es de nacimiento o no porque cada persona es particular y hay muchas historias parecidas a la de Alexia”. Me dejó un mensaje que comparto: “Todos nacemos  con la posibilidad de enamorarnos de otra persona; el amor en el ser humano es más profundo y va más allá de la cuestión de género. Hay que permitirse sentirlo”.


“Nunca nadie me besó así”, por Alexia (*)
Tengo 35 años, estudié en un tradicional colegio inglés de Vicente López, me recibí de economista, hice varios postgrados afuera y tuve novios desde los 15. Conviví con dos novios, me casé con otro y tres años después me enteré de que un supuesto viaje de negocios con su socio no fue tal, que me había engañado. No soporté la mentira y me divorcié. Tenía 28 años. Seguí saliendo hasta que me harté de que quisieran llevarme a la cama antes de preguntarme cómo me llamo (y menos aun qué es lo que siento).
En un viaje a Nueva York conocí a mi actual pareja lesbiana. Una economista de 36 años que trabajaba en la misma empresa en la sede de Montreal. Fuimos amigas un año hasta que volvió a Buenos Aires con un mejor puesto en otra empresa.
Nos veíamos muchos e hicimos un viaje de una semana a Punta Cana. Mismo cuarto, camas separadas y el segundo día nos tomamos hasta el agua de los floreros. Nos agarró una borrachera melancólica de aquellas… Terminamos en la misma cama sin saber qué hicimos, pero nos dimos cuenta de que estábamos juntas al día siguiente. Entre el susto, la vergüenza y no se cuantas cosas más terminamos abrazándonos.
***
El resto del día hablamos poco, comimos casi mudas y dimos vueltas para llegar al cuarto. Cuando nos acostamos, ella me dijo que teníamos que hablar, nos miramos y nos dimos un abrazo inmenso. Nunca nadie me besó así. Ni ella ni yo habíamos tenidos historias lésbicas, ni fantasías. Se dio.
Hoy somos muy felices. Somos pareja, aunque vivimos cada una en su departamento (nos mudamos a dos cuadras) y pasamos el fin de semana juntas. Mi pareja no tiene familia y yo padre, madre y un hermano mayor. Todos saben mi historia pasada y me comprenden. En cuanto a mi presente, papá siempre me pregunta: “Hija, ¿estás bien?”, y ante mi respuesta afirmativa me dice simplemente: “Se feliz”.
En nuestras empresas también conocen nuestra relación y somos muy respetadas y hasta admiradas. Claro, somos jóvenes, capaces laboralmente, buenos sueldos y muy monas… si fuésemos personal de maestranza…no sé cómo sería todo, tal vez sería más difícil.
Nosotras estamos bien, pero no tenemos demostraciones homosexuales públicamente (no andamos por la calle de la mano y cuando salimos a comer es común que se acerquen hombres para invitarnos un café y esas cosas). Por ahora no pensamos en casarnos…nos amamos así, como nos sale.
Un beso de ALEXIA

1 comentario:

  1. El AMOR con mayúsculas, es en sï un nombre propio sin género. El AMOR, no se fija en un cuerpo, solo sale del corazón, es un sentimiento q no tiene edad, ni sexo, ni duración determinada

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