miércoles, 18 de enero de 2012

La emperatriz que amaba Hungría

Parlamento de Budapest
Pocas personas han amado Hungría tanto como ella. Pese a su condición de Emperatriz Consorte de Austria, Isabel de Baviera fue una de las grandes defensoras de la causa magiar y no faltó al lado de su esposo el día de su coronación tras la creación de la monarquía dual austrohúngara en 1867.
Tan significativa ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Matías, en Budapest. Esta preciosa iglesia católica, cuyo ecléctico estilo obedece a las sucesivas modificaciones que los reyes húngaros le han ido aplicando a lo largo de sus siete siglos de historia, es un buen punto de partida para recorrer la ciudad de la mano de Sissi.
En pleno Barrio del Castillo, la iglesia se encuentra a pocos metros del Bastión de los Pescadores, desde donde se aprecian unas vistas magnificas de la zona de Pest con el espectacular edificio del Parlamento a orillas del Danubio. Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento es el símbolo más representativo de la soberanía y el poder económico de un país que llevaba mucho tiempo luchando por su independencia.
A pocos metros encontramos el Castillo de Buda. Destruido y reconstruido en numerosas ocasiones (la última, durante la Segunda Guerra Mundial), el antiguo Palacio Real alberga actualmente la Galería Nacional Húngara, el Museo de Historia de Budapest y la Biblioteca Nacional. La imagen que compone junto al Puente de las Cadenas al caer la noche y ser iluminados es espectacular.
Precisamente la mejor forma de cruzar a la zona de Pest es através de este puente, el más antiguo de la ciudad. Hasta su construcción en el siglo XIX la única forma de cruzar el Danubio era en barco, pero hoy son nueve los puentes que unen las zonas de Buda y Pest. El Puente Erzsébet, contiguo al Puente de las Cadenas, fue construido en honor a Sissi.
Son múltiples los atractivos que en esta zona de Budapest dan muestra del esplendor de la capital de Hungría durante el reinado de los Habsburgo. La Basílica de San Esteban,  la magnífica Ópera y la Avenida Andrássy representan sólo una pequeña muestra, pero si queremos sumergirnos por completo en el ambiente de la Emperatriz habremos de coger el coche.
A unos 30 kilómetros de Budapest se encuentra el Palacio Real de Gödöllő, una especie de Versalles húngaro empleado como residencia de verano por Francisco José y su mujer, que hoy día aloja un museo en su memoria. Según todas las crónicas, allí Sissi pasó los mejores años de su vida; después de todo, Hungría fue el país donde, según sus palabras, se sentía realmente libre. Y es que esta bávara de sangre y austríaca por lazos matrimoniales, era en el fondo magiar de corazón.

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