miércoles, 30 de noviembre de 2011

Observa y siente la emoción, reconócela y acéptala como es. Lo importante no es si puedes poner una etiqueta mental, sino si puedes poner conciencia en la sensación que te produce. La emoción tiene una vida muy breve, pero si no estás en tu cuerpo, puede sobrevivir dentro de ti. Siente la emoción y comprueba si la mente se aferra a algún patrón de dolor, si es así, no has perdonado. Perdonar es renunciar al dolor, soltar la pena. Perdonar es no ofrecer resistencia a la vida. Las alternativas son el dolor y el sufrimiento. La naturaleza de la mente es no perdonar, el ego necesita luchas y conflictos para sobrevivir. La mente no puede perdonar, solo tu puedes. Perdón significa reconocer la insustancialidad del pasado y permitir que el presente sea como es.

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