miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tus deseos son órdenes. El primer paso es pedir, deja que el universo sepa lo que quieres, tienes que tener claro lo que quieres, sino, lo harás con una frecuencia confusa. Segundo paso: tener fe inquebrantable, confía en que ya es tuyo (no tienes por qué ver toda la escalera, basta con que subas el primer peldaño). Tienes que saber que lo que quieres ya es tuyo, en el momento que lo pidas. Ve las cosas que deseas como si ya fueran tuyas. Se consciente de que vendrán a ti en el momento en que realmente las necesites. No te preocupes por ellas, no pienses en que no las tienes, piensa que ya son tuyas, como si ya las tuvieras. Has de actuar, hablar y pensar como si ya lo estuvieras recibiendo, ya que el Universo es un espejo. Si tus pensamientos contienen la idea de que todavía no lo tienes, seguirás atrayendo esa carencia. Empieza por fingirlo, actúa como si ya lo tuvieras y así empiezas a creer que lo has recibido. Tienes que creer y tener la certeza. Sabes que está en camino. Paso tres: recibe, empieza a sentirte bien, siéntete como cuando te sentirás cuando llegue. Siéntete bien, se feliz y así te pones en la frecuencia de lo que quieres y en la de recibir. Ya estás recibiendo todo lo bueno que hay en tu vida ahora.
Las acciones inspiradas se realizan sin esfuerzo y es maravilloso, fluyes con la corriente. No dudes, cuando sientas la intuición desde dentro, actúa. Es el Universo el que te inspira. Atraerás hacia ti, todo lo que necesites. Confía, cree y ten fe.

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