miércoles, 30 de noviembre de 2011

todo es energía, todas las cosas que deseas son energía, por lo tanto también vibran, cuando piensas, la energía de lo que tu quieres vibra en esa frecuencia y lo atraes hacia ti. Lo semejante atrae a lo semejante, eres como un imán energético. La energía ni  se crea ni se destruye, adopta una forma, la mantiene y la disuelve. Eres un ser espiritual, un campo de energía dentro de otro mayor. Todo el conocimiento, los descubrimientos e inventos del futuro ya están en la Mente Universal en forma de posibilidades, a la espera de que la mente humana sintonice con ellas. Lo único que tienes que hacer es invocar su manifestación. Cuando pides, sientes y crees, siempre recibes. Hay una reserva ilimitada de ideas esperando a que sintonices con ellas. Todos estamos conectados y formamos parte de un campo de energía único. Todo es perfección absoluta. Por ello los pensamientos negativos, te vuelven y te perjudican, te separas de la Unidad. Las emociones negativas se basan en el miedo, proceden de pensamientos de separación y de verte separado de los demás. Un ejemplo es la competitividad, debido a una mentalidad de carencia, entiendes que las cosas son limitadas. Cuando compites, nunca ganas, aunque creas que sí, atraes más personas y circunstancias contra las que competir, y finalmente acabas perdiendo. Todos somos uno, cuando compites lo haces contra ti. Erradica la competitividad de tu mente y se una mente creativa. Todo procede del universo y te llega a través de las personas, circunstancias y acontecimientos. Cuando emites una frecuencia perfecta de lo que quieres, las personas, circunstancias y acontecimientos perfectos se verán atraídos hacia ti. No son las personas las que te están dando lo que deseas. El verdadero suministro te lo da Dios, la mente suprema, el universo, … llámale como quieras. Siempre que recibes algo, has sido tú quien lo ha atraído, estando en la misma frecuencia. Nos distraemos en el cuerpo y la existencia física, pero eres vida eterna, Dios manifestado en forma humana, hecho a imagen y semejanza de Dios, el 99 % eres invisible e intangible, eres Dios en cuerpo físico, vida eterna, eres perfección, creador de tu mundo. Pregúntate si los resultados que has obtenido en tu vida, es lo que realmente querías. Pues tienes el poder para hacerlo. Muchas personas se consideran víctimas, pero no es cierto, ya que el 85 % de las familias son disfuncionales, tienes que enfocarte en lo que deseas y lo que no quieres desaparece. Si solo ves mala suerte, estás invocando esa mala suerte y seguro que la conseguirás. Si te enfocas en las dificultades del pasado, estás atrayendo más circunstancias difíciles hacia ti. Libéralo todo, si guardas rencor o culpabilizas a alguien, solo te estás perjudicando a ti. Tu eres el único que puede crear la vida que te mereces, enfocándote en lo que quieres, empieza a irradiar buenos sentimientos. Tu escribes tu historia. Lo importante es que comiences a generar en tu interior un sentimiento de armonía y felicidad en tu interior. Cuando dices yo soy, lo siguiente, está invocando, tus deseos son órdenes. Todo se resumen en decir, yo soy completo, perfecto, fuerte, poderoso, amoroso, armonioso y feliz. Puedes hacer todo lo que te propongas y extraer todo lo que desees de la Mente suprema: inventos, inspiraciones, respuestas, …. Somos seres ilimitados. Cuando eres consciente, estás en el presente y sabes lo que estás pensando. Cuando controlas tus pensamientos, tienes el poder. Preguntate a lo largo del día cientos de veces, que estoy pensando ahora, así serás consciente y volverás al presente si estás disperso. Recuerda recordar y se consciente. En el momento que te preguntas si eres consciente, eres consciente. Se consciente de todo lo que  te rodea, porque recibes señales continuamente. Para atraer lo que queremos, hemos de transmitir amor y debemos de querernos. Lo que ves y sientes ahora, es el resultado de lo que solías pensar. Debes de enfocarte en la presencia que hay en tu interior, siéntate en silencio un momento, presencia la perfección de ti, esa presencia es tu verdadero yo, cuando sientas amor y alabes esa presencia, te estarás amando plenamente. Cuando te veas con ojos críticos, cambia tu enfoque hacia esa presencia interior y se te revelará su perfección y las imperfecciones se disolverán. La verdad absoluta es que el Yo es perfecto, completo, verdadero, espiritual, no carece de nada ni está limitado ni puede padecer enfermedades.

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