miércoles, 26 de octubre de 2011

Es bueno saber escuchar, pero es mejor aun saber qué hacer con lo que se escucha.

No basta con estar en silencio y escuchando; cavilando ideas como si fuera un ejercicio intelectual. Lo que uno escucha debe ser elaborado para canalizar un objetivo, por eso la atención no debe centrarse solo en oir, debe centrarse también en percibir y sentir. No solo se escucha con el oido sino con la mente y con el corazó

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