sábado, 29 de octubre de 2011

strudel de manzana y zanahoria

Preparación del Strudel: 01. Pelamos y descorazonamos las manzanas. Cortamos las manzanas en trozos no muy grandes y añadimos el limón para que no se oxiden. Ponemos una cazuela a fuego medio, introducimos la mantequilla y dejamos que se deshaga, cuando esté líquida añadimos los trozos de manzana y empezamos a dorar removiendo con una cuchara de madera, dando vueltas de vez en cuando para que no se quemen durante unos 10 minutos. 02. Vertemos en un bol las pasas con el ron y las ponemos a remojo durante 30 minutos. Pelamos las zanahorias con un rallador y las cortamos en una láminas muy finas (con el pelador de patatas) y las vamos echando a la cocción de las manzanas. 03. Cuando las manzanas estén doradas añadimos el azúcar con la canela. Sacamos las uvas pasas del ron y las echamos con las nueces (previamente picadas) en la cazuela con el resto de los ingredientes. Removemos despacio con la cuchara y pasados unos 5 minutos retiramos del fuego. 04. Turno de las galletas, las rompemos con la mano hasta que queden como si fuesen migajas de pan. Ponemos una sartén al fuego y añadimos unas gotas de mantequilla, añadimos los trozos de galleta y las pasamos hasta que queden crujientes. Retiramos del fuego y las pasamos a la cazuela anterior. El truco de las galletas le da al strudel un toque crujiente muy rico. 05. Ya tenemos el relleno preparado (lo mejor es prepararlo de un día para otro, lo dejamos enfriar en la nevera y así es más fácil trabajar con él). Empezamos con la masa filo, esta es un poco complicada de trabajar pero una vez que le coges el truco a la primera lámina todo mejora sustancialmente. 06. Derretimos un poco más de mantequilla (100 g) en el micro a temperatura baja durante unos 2 minutos. Cuando esté líquida preparamos la zona de trabajo. El tazón con la mantequilla, un pincel de silicona, un trapo de algodón fino, la masa y el relleno. 07. Encima del trapo ponemos la primera lámina de masa filo y la untamos de mantequilla con el pincel, así sucesivamente 3 veces. Añadimos el relleno sobre la masa estirada y comenzamos a enrollarla con la ayuda del trapo, primero los bordes, doblándolos hacia dentro como si fuese un pañuelo y luego al estilo del sushi, de derecha a izquierda presionando con el trapo. Nos tiene que quedar como si fuese un brazo de gitano pero de masa filo. Os enlazo con un video para que podais ver como se hace (está en alemán pero basta con ver la técnica), quedaos con el minuto 4:50 que es donde enrolla el strudel. 08. Batimos las 2 yemas de huevo y pintamos la superficie del strudel antes de meterlo en el horno. Como en las empanadas lo mejor es echarle unas gotas de leche a las yemas para que no se quemen enseguida y aguanten mejor. 09. Precalentamos el horno a 190º C y 5 minutos después metemos el strudel durante 25 minutos hasta que torne en un color dorado. Sacamos del horno y dejamos que se enfríe. Adornamos con un azúcar glas y si podéis añadir una bola de helado de vainilla. Os aseguro que es un postre increible, la textura tierna de la fruta, el crujiente de las galletas y la pasta y el contraste del frío del helado. Masa filo, consejos de utilización y horneado: La pasta filo es de origen oriental, es básica en la cocina griega y turca, siendo la base del delicioso baklava, uno de los postres que más me gusta de la cocina árabe. Me encanta la pasta filo por lo versátil que es en la cocina. Sus usos son múltiples, ya sea para preparar comidas saladas o dulces. La pasta filo es una masa muy laboriosa que al final se trabaja en hojas de masa muy finitas y el que se utilizan varias capas para la elaboración de la receta. Es una de esas masas que se utilizan en recetas crujientes que se preparan al horno. Al igual que con el hojaldre el horno no debe estar nunca frío cuando metemos la masa pero al trabajarla debe estar lo más fría posible. Debemos evitar que se exponga al aire mientras no trabajamos con ella y cuando tengamos todo preparado tal como comento en la receta sacarla de la nevera, el frío le va genial. Se prepara pintando cada hoja con mantequilla en estado líquido, si está clarificada mucho mejor. La pasta filo cuando está horneada se rompe con mucha facilidad de forma que debemos servirla inmediatamente una vez horneada. Para su conservación debe estar herméticamente cerrada en la nevera, aguanta unos 3 meses. También podríamos congelarla aunque se suele agrietar un poco al descongelar y luego es más difícil de trabajar. La temperatura ideal para hornear la pasta filo es entre 190 y 200ºC ni más ni menos. A menor temperatura no conseguirás un buen resultado y a mayor harás que se queme.

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