lunes, 24 de octubre de 2011

gastronomia francesa

La gastronomía de Francia está considerada como una de las más importantes del mundo. Está caracterizada por su variedad, fruto de la diversidad regional francesa, tanto cultural como de materias primas, pero también por su refinamiento.[1] [2] Su influencia se deja sentir en casi todas las cocinas del mundo occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa. Varios chefs franceses tienen una gran reputación internacional, como es el caso de Taillevent, La Varenne, Carême, Escoffier, Ducasse o Bocuse. Está ahora incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el 16 de noviembre de 2010.[3]

Francia, cuna de la buena mesa y de los más renombrados “chefs”. Podríamos incluso afirmar que la gastronomía francesa forma parte del patrimonio nacional. Cada región ofrece su especialidad, cocina casera o vanguardista, ligera o muy tradicional, con aceite de oliva de Provenza o con nata de Normandía, lo que es seguro es que no defraudará el paladar.

En cualquier región, Francia tiene mucho que ofrecer...

Paris alberga una gran oferta de comidas.

Refinamiento, aristocracia, excelencia… serian algunos de los adjetivos de calificación de la cocina francesa.

Nos brindan la posibilidad de disfrutar de una buena cocina rica en carnes, aves así como de una variada y dulce repostería.

Destacaremos también un gran surtido de pan y quesos, de estos últimos se pueden llegar a contar mas de 500.

Constituye un tipo de cocina que siempre ha brillado por si sola: algunos de sus aspectos se caracterizan por la presencia de alimentos frescos, la elaboración minuciosa de los alimentos y el individualismo de los platos (cada uno se sirve solo).

Destacaremos como plato para esta ocasión : salmón a la Menier y el queso Camembert.

La gastronomía de París es refinada y exquisita, elaborada con productos de calidad, es una cocina rica en carnes, aves, y una variadad repostería, además hay que destacar la variedad de quesos de la zona.

En París existen diferentes tipos de panes como por ejemplo las famosas baguettes, brioches, a los que se les acompaña con quesos como el Camembert, un queso que se caracteriza por su intenso sabor y suave textura. Otros queso a destacar son el roquefort y el brie.

Entre sus platos típicos destar la sopa de cebolla, sopa de puerro y patata, omelette (tortilla), chateaubriand, bistec a la parrilla, pato a la naranja,

En lo referente a la repostería, la variedad de pasteles es enorme, destacar los "pettits fours", los merengues o los típicos buñuelos.

En cuanto al vino destacan entre otros el Borgoña, el Coñac y por supuesto el Champagn.

Sin duda alguna París es el paraíso de todo gourmet, por lo que no vas a tener problemas en lo gastronómico, aunque debes andarte con cuidado en lo referente a los precios. Efectivamente, comer en París puede resultar excesivamente caro si te dedicas a comer únicamente en restaurantes, de modo que te recomendaríamos dejarlos sólo para las comidas o las cenas.

En este sentido, tienes la opción de comprarte tú mismo la comida y ahorrar así bastante dinero si de desayunos, almuerzos o meriendas se trata, aunque depende el tiempo que vayas a estar en París, ya que si no vas a estar muchos días, tampoco está mal visitar algún buen restaurante y darte el gustazo. Sin embargo, también vas a poder encontrar restaurantes de calidad a muy buen precio, por lo que no es necesario que lleves la maleta llena de chorizo, queso y pan desde España. No sería mala idea darte una vuelta por algún supermercado parisino (en París verás que los hay a millares, como es el caso de “Franprix”, “MonoPrix” o “Champion”) y comprar lo necesario para prepararte algunos bocatas, así como los indispensables refrescos, sobre todo si viajas a París en verano.

En todo caso, lo que sí vas a encontrar en cantidad son chinos, hindúes, pakistaníes, etc …, por lo que son una buena opción para ahorrar. Eso sí, cuidado con el “Quartier Latin” (“Barrio Latino”) a la hora de comer, zona en la que encontrarás más restaurantes de este tipo. Se recomienda bastante por su fama de bohemio y multicultural, pero no es un lugar muy recomendable para comer si no quieres que te timen. En todo caso, sí que es el sitio perfecto para comer a buen precio y probar nuevos sabores, con restaurantes realmente baratos, pero te recomendamos comparar precios entre los distintos locales y comparar antes de entrar en alguno. El Barrio Latino está situado en la zona del Panteón, cerca de la Catedral de Notre Dame, cruzando el Sena, aunque se extiende por un amplio complejo de pequeñas plazas, calles y callejuelas que guardan el encanto y la magia del París más bohemio.

Restaurantes griegos, italianos, asiáticos, hindúes, pakistaníes, locales nocturnos de todo pelaje, exposiciones al aire libre, artistas y músicos de todas las calidades, mercadillos diurnos y nocturnos, …; el Barrio Latino es el lugar ideal para los amantes de un estilo de vida propio y que gustan del sabor del mestizaje y la multiculturalidad, más recomendable para visitar que para comer. En todo caso, si decides tomar algo en el Barrio Latino, te recomendaríamos darte una vuelta por la Rue de la Huchette, la Rue de Cluny y la Rue Mouffetard.

Especialmente recomendados para ahorrar en tus comidas y tus almuerzos son los “bistrós” y las “brasseries”. Se trata de establecimientos tradicionales similares a las tascas y cervecerías en los que se sirven menús sin excesivas pretensiones, pero que te permitirán ahorrar y salir del paso, a la vez que podrás vivir el ambiente de estos lugares tan populares y tradicionales de París. Hemos simplificado un poco la descripción de estos dos tipos de establecimientos, pero más abajo profundizamos en sus diferencias.

Y claro está, también tienes para ahorrar en París la posibilidad de los restaurantes de comida rápida: “Mc Donald’s” o el “Quick” (la alternativa francesa a los restaurantes de comida rápida americanos), así como los “Bistro Romain” (una franquicia de la que hay infinidad de locales en París). Serían una buena opción para salir del paso, así como las pizzerías, aunque éstas tienen un nivel superior a los restaurantes de comida rápida y, por tanto, el precio es mayor, especialmente en lugares muy turísticos.

Igualmente, una muy buena opción para ahorrar en la comida en París son los centros comerciales, ya que podrás encontrar en ellos restaurantes de todo tipo (obviamente también de comida rápida), lo que te permitirá comparar rápidamente y encontrar algún lugar en la que la relación calidad-precio sea excelente. Te podemos recomendar especialmente el “Monoprix Fontaine”, un centro comercial situado frente al Moulin Rouge (en el nº 52 de la Rue Fontaine),y en el que podrás encontrar muy buenas opciones a muy buen precio.

Si eres estudiante tenemos una buena noticia para ti, ya que con tu carné de estudiante puedes comer muy bien a muy buen precio en París. En concreto, nos referimos a los “CROUS”, una red de comedores para estudiantes situados en su mayoría en el centro de París, por tanto en zonas muy turísticas, por lo que podrás comer bien, barato (unos 4 ó 5€) y sin tener que buscar mucho. No obstante, has de ser estudiante y, en algunos casos, estudiante en París. Si quieres más información sobre esta opción puedes visitar www.cnous.fr.

Otro aspecto que debes tener en cuenta a la hora de comer o de, por ejemplo, tomar un café en París, es el hecho de que cuanto más cerca estés de un monumento más cara te saldrá la factura, por no hablar de si optas por sentarte en una terraza para contemplar el paisaje. Efectivamente, como se dice: “cuanto más azúcar más dulce”; y es que el disfrutar del paisaje en París puede tener un alto precio. En este sentido, si se trata de tomar un café (salvo alguna excepción en la que no puedas resistir el sentarte en una terraza y disfrutar del romanticismo de tomar un café en el París más bohemio), mejor que lo hagas en la barra de pie, ya que, hasta incluso por sentarte dentro del local, te puede suponer un aumento considerable de la factura. Si se trata de cenar, mejor evita las terrazas exteriores y hazlo en el interior del restaurante, ya que una mesa en pleno París y cerca de un monumento puede llegar a ser prohibitivo, especialmente si pides vino (si puedes prescindir del vino en la comida o la cena mejor, ya que es ahí donde los restaurantes hacen su agosto con precios por botella astronómicos, aunque de una calidad relativa.

En cuanto al espinoso tema de las propinas en París, indicarte que ya están incluidas en la propia factura. Efectivamente, en París tenemos la ventaja de que en la factura se incluye también el precio del servicio junto a los impuestos (un 15% en total), por lo que no es necesario dejar propina, salvo que el lugar, el servicio y la comida nos hayan gustado especialmente,

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